domingo, 17 de junio de 2012

EL INTERESANTE HOMBRE MÁS ABURRIDO DEL MUNDO (por Christ Rose)



EL INTERESANTE HOMBRE MÁS ABURRIDO DEL MUNDO

Muchas veces la gente decía que Thierry Boyle era el hombre más aburrido del mundo. Thierry no sabía por qué pensaba la gente que era tan aburrido. Thierry creía que era bastante interesante. Despues de todo, coleccionaba sellos. ¿Qué podía haber más interesante que los sellos? Era cierto que no tenía más hobbies ni intereses, pero eso no le importaba a Thierry. Tenía su trabajo, que no es poco. Tenía un trabajo super-interesante. Al final Thierry pensó que era interesante. Aunque todo el mundo dijera que su trabajo era aburrido. ¡Era un contable! ¿Porqué piensa la gente que los contables son aburridos? Pensó Thierry. Thierry creía que su trabajo era fascinante. Todos los días, iba a su oficina, encendía el ordenador y se pasaba siete horas y media mirando hojas de cálculo, y moviendo números alrededor. ¿Qué podía haber más interesante que eso?

Pero Thierry no estaba contento. No estaba contento porque la gente pensaba que era aburrido. No quería ser aburrido. Quería que la gente pensara que era un tipo interesante. Quiso hablar con la gente sobre su coleccion de sellos. Pero  cada vez que se ponía a hablar de su colección de sellos veía que la gente se aburría. Y, cuando la gente se aburría cuando se ponía a hablar de su colección de sellos, se ponía a hablar de su trabajo. Creyó que la gente se interesaría cuando hablara de su trabajo, pero no. La gente pensaba que su trabajo era incluso más aburrido que su colección de sellos. Algunas veces, la gente se dormía cuando se ponía a hablar de ello.
Thierry pensó en cómo hacerse interesante. Decidió que necesitaba ser famoso por algo. Pensó en su colección de sellos, y decidió que quizás su colección de sellos pudiera hacerle famoso. Puede que tuviera la colección de sellos más grande del mundo, o quizás que tuviera el sello más valioso. Si, así era, decidió.

Éscribió una carta al periódico de la localidad, y les preguntó si querían venir y escribir un artículo sobre el hombre con la mayor colección de sellos del mundo. El reportero local le mandó otra carta a Thierry diciéndole que actualmente la colección más grande del mundo la tiene la Reina de Inglaterra. Thierry se puso muy triste al enterarse de esto, pero volvió a escribir al periódico diciéndoles que creía que tenía el sello más valioso del mundo. El periódico le volvió a escribir diciéndole que el sello más valioso del mundo cuesta 2,240,000 dólares, y le preguntaba si estaba seguro que él lo poseía. Thierry no estaba seguro de que lo tuviera. De hecho, estaba seguro de que no lo tenía. Puede que toda su colección fuera muy valiosa aunque...

"¿Puede valer 10 millones de dólares?" preguntó el hombre del periódico por teléfono cuando le llamó Thierry.
"Erm, no, creo que no, pero..."
"Entonces, olvídelo" dijo el tipo del periódico.

Thierry pensó en otras cosas que le pudieran hacer famoso. ¡Quizás puede que fuera el mejor contable del mundo! Si, eso era, decidió. Le dijo a un amigo que era el mejor contable del mundo.

"¿Cómo lo sabes?" preguntó su amigo.
"Bueno" pensó Thierry. "Tengo un buen trabajo, me encanta... es muy interesante... hojas de cálculo... números... tasas... financias..."  Vio como su amigo se empezaba a dormir. "Hmmm" pensó. "Quizás no sea el mejor ni el más interesante contable del mundo."
"Escucha, Thierry" dijo su amigo una vez se despertó. "Puede que no tengas la más grande ni la más valiosa colección de sellos del mundo. Puede que no seas el mejor ni el más interesante contable del mundo. Pero tienes una cosa - Thierry, probablemente seas el hombre más aburrido del mundo."

¡Si! ¡Claro! Eso era. Thierry podría ser famoso por que era el hombre más aburrido del mundo. Así fue como se dio cuenta de que su amigo tenía razón. Volvió a telefonear al periódico.

"¡Hola!" dijo. "¿Le gustaría hacer una entrevista al hombre más aburrido del mundo?"
"¿El hombre más aburrido del mundo...?" dijo el tipo del periódico. "¡Eso si que es interesante!"

A la semana siguiente había un gran titular en el periódico. "¡El hombre más aburrido del mundo!" Había una fotografía de Thierry en su oficina. Había una fotografía de Thierry con su colección de sellos. Había una entrevista con Thierry, y entrevistas con sus amigos. Sus amigos decían que se iban a dormir cuando Thierry les hablaba de su trabajo o de su colección de sellos.
Al día siguiente la BBC y la CNN llamaron a Thierry. Querían los relatos del hombre más aburrido del mundo. "¡El hombre más aburrido del mundo!" dijeron. "¡Es lo más interesante!"

Y así, al final, Thierry Boyle, se convirtió en el Hombre Más Aburrido del Mundo oficialmente. No encontraréis su nombre en el Libro de los Records Guiness, porque se dice que es imposible saber con exactitud lo aburrido que puede ser alguien, pero no era ningún problema para Thierry. Ya era famoso, y se había vuelto tan aburrido que era (muuuy) interesante.

FIN

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